La música y sus dos caras

La música y sus dos caras

Desde el principio de los tiempos han existido tres elementos básicos que nos han acompañado, resonando en todo cuanto existe. Ellos son: el ritmo, la melodía y la armonía. Así tenemos algo maravilloso, la música que percibimos de infinitas maneras: en las gotas de lluvia que tintinean al caer o, al contrario, como una sirena que se pega cuando queremos descansar, por ejemplo.

Estos elementos están presentes en la naturaleza humana, estamos llenos de ritmo, al respirar, suspirar, en la secuencia rítmica de cada latido del corazón, etcétera. Cada quién con su ritmo personal.

La música adquiere una dimensión infinita, influye tanto en la paz como en la guerra. Nuestros antepasados pueden ser un ejemplo, porque los guerreros se preparaban para luchar con música, ritmos y canciones, estas contenían notas altas y agudas; también los curanderos utilizaban la técnica de la música y sonido con la diferencia de que eran notas bajas y graves.

Ha habido investigaciones que permiten observar que al escuchar música el organismo libera sustancias como la adrenalina, la dopamina y la serotonina, los cuales están relacionados con el estado de ánimo de los seres humanos.

Se dice que la música en tonos agudos actúa fuertemente sobre el sistema nervioso y aumenta los reflejos, exalta conductas inadecuadas y ocasiona algunas veces que los valores se pierdan. Si una persona dedica su tiempo a oír música en donde se habla de tristeza, desilusión, dolor, terminará deprimida, ingiriendo bebidas alcohólicas o en el peor de los casos suicidándose, un ejemplo de la primera seria el rock pesado, teniendo en cuenta la personalidad de cada quién. Pero por otra parte la música nos ayuda a soñar, nos hace compañía, alivia nuestras preocupaciones, nos libera.

La música juega un papel muy importante en todas las generaciones, en los adolescentes, esta puede influir en el refuerzo de valores. Los jóvenes constituyen así su identidad, en este caso con los acordes musicales pueden expresar su manera de ver el mundo, de vivirlo, de identificarse. La música es una salida para mostrar una diferencia, siendo original, rebelde independiente e ir en contra de la corriente; muestra un modo de expresión.

La música tiene una gran influencia en la vida humana y según el tipo que más nos gusta refleja nuestra personalidad. Se ha considerado una fuerza potente e influyente en la sociedad, afecta la voluntad, influye sobre el carácter de las personas, genera emociones y exalta el alma, es parte de nuestros estados religiosos, espirituales y construye puentes de unidad con lo divino donde nos sentimos poderosos, únicos.

No es necesario que la música tenga letra para conectarnos con un sentimiento, a través de ella una emoción se puede contagiar hasta hacernos, incluso, llorar.

Tan grande es la influencia de la música sobre los seres vivos, que se ha utilizado tanto para potenciar la tranquilidad como la agresividad. Mientras la música suave induce la calma, el relax, la estridente provoca movimiento, desasosiego.

Ha tenido efectos psicoterapéuticos con resultados notables en restituir estados de ánimo favorables.

En lo cotidiano es parte de nuestros día a día, sino la escuchamos la tarareamos, nos hace felices, nos apacigua, nos distrae, abre las puertas a lo más profundo de nuestro ser y, algo más, puede convertirse en el concierto magistral de un chicle en la boca, para culminar en una abierta explosión, es el lápiz que tamborilea sobre el pupitre, la voz que nos enamora con su tono musical, o como ese sonido a veces tan esperado para salir al recreo, la campana.

La música para mi es magia, me mueve, me inspira.

 

Adriana Vanessa Rodríguez López

3er Año sección “B”